5 maneras de tratar los dolores de espalda (dolores en la espalda)
La mayoría de la gente se ve afectada, en algún momento de su vida, por el dolor de espalda. Sin embargo, el dolor no debe convertirse en dolor crónico. Hay maneras de prevenir y reducir el dolor.
El dolor de espalda crónico afecta a millones de personas en todo el mundo. Afecta todos los aspectos de la vida cotidiana, al poner tensión adicional en el cuerpo, lo que impide un sueño reparador y limita el realizar diversas actividades. Cuando el cuerpo funciona a través de un velo de dolor, este hace pequeños ajustes para aliviar el malestar, lanzando el cuerpo fuera de la alineación y creando de problemas mecánicos en otras partes del cuerpo.
Hay una serie de opciones de manejo del dolor a disposición de las personas que sufren dolor de espalda. Si se toma por sí solo un único protocolo de tratamiento puede que ofrezca poca mejoría, pero un enfoque múltiple podría permitir reanudar muchas, si no todas sus actividades normales sin dolor.
1. Aparatos ortopédicos: La gestión de la mecánica corporal es un gran negocio y los estantes de las farmacias de todo el mundo están bien equipados con dispositivos para restaurar la postura y el movimiento. Estar de pie y caminar sobre superficies duras transfiere el estrés a la espalda baja y plantillas correctoras o taloneras ofrecen amortiguación y apoyo desde el principio. Mediante el ajuste de la distribución del peso sobre las plantas de los pies, la postura mejora y se alivia la presión en la espalda baja. Soportes de la espalda también son excelentes para las personas que sufren de dolor de espalda crónico. Estos soportes proporcionan un soporte estructural que puede proteger la parte posterior de una mayor inflamación y el estrés y siempre se deben utilizar para levantar o participar en actividades físicas.
2. Almohadas: La elección de la almohada adecuada es tan importante como elegir el colchón adecuado. Las almohadas ofrecen el soporte que mantiene la columna correctamente alineada y reduce el estrés en las articulaciones. Una pequeña almohada cervical cilíndrica soporta el cuello y usa el peso de la cabeza para la tracción natural. Una pequeña almohada entre o debajo de las rodillas proporciona soporte que reduce la tensión en la espalda y mantiene la pelvis y lumbar en la alineación adecuada. Al descansar en una silla o sillón reclinable, almohadas detrás de la espalda baja o alta y debajo de las rodillas personalizan la dinámica de los muebles para apoyar mejor el cuerpo.
3. Ejercicio: Muchas personas interrumpen el ejercicio mientras padecen de dolor de espalda, pero el ejercicio moderado - en particular de estiramiento y movimientos ligeros de fortalecimiento - estimula el flujo sanguíneo al tejido muscular y acelera la curación. La rutina de ejercicios controlada mantiene los músculos fuertes, la columna vertebral en la alineación adecuada y mejora la función muscular y articular.
4. Masaje de Frío/calor: Aplique compresas de agua fría durante 10 minutos, espere 15 minutos y seguir con el calor durante 10 minutos para reducir la inflamación y el dolor de espalda lesionada o inflamada. Las compresas frías reducen la hinchazón y la inflamación mientras que el calor alivia el dolor. Este proceso se puede repetir cada hora, según sea necesario y es extremadamente eficaz cuando se combina con medicamentos anti-inflamatorios tales como ibuprofeno o acetaminofén. El masaje estimula el flujo de sangre en el tejido inflamado y es una manera conveniente de introducir anti-inflamatorios tópicos tales como bálsamos, cremas y aceites.
5. Osteópata o quiropráctico: Si el dolor crónico persiste durante más de 10 días o si empeora, busque la ayuda de un profesional. Los quiroprácticos están escolarizados en la mecánica del esqueleto y ofrecen una serie de opciones de ajuste y el tratamiento para aliviar la presión conjunta y mejorar la movilidad. Los osteópatas son médicos capacitados en la mecánica del esqueleto, músculos y la función neural. Están autorizados para realizar cirugías, aunque el enfoque del osteópata es típicamente manipulación suave de los nervios, los músculos y las articulaciones para restaurar la movilidad y función del cuerpo.
Hay una serie de opciones de manejo del dolor a disposición de las personas que sufren dolor de espalda. Si se toma por sí solo un único protocolo de tratamiento puede que ofrezca poca mejoría, pero un enfoque múltiple podría permitir reanudar muchas, si no todas sus actividades normales sin dolor.
1. Aparatos ortopédicos: La gestión de la mecánica corporal es un gran negocio y los estantes de las farmacias de todo el mundo están bien equipados con dispositivos para restaurar la postura y el movimiento. Estar de pie y caminar sobre superficies duras transfiere el estrés a la espalda baja y plantillas correctoras o taloneras ofrecen amortiguación y apoyo desde el principio. Mediante el ajuste de la distribución del peso sobre las plantas de los pies, la postura mejora y se alivia la presión en la espalda baja. Soportes de la espalda también son excelentes para las personas que sufren de dolor de espalda crónico. Estos soportes proporcionan un soporte estructural que puede proteger la parte posterior de una mayor inflamación y el estrés y siempre se deben utilizar para levantar o participar en actividades físicas.
2. Almohadas: La elección de la almohada adecuada es tan importante como elegir el colchón adecuado. Las almohadas ofrecen el soporte que mantiene la columna correctamente alineada y reduce el estrés en las articulaciones. Una pequeña almohada cervical cilíndrica soporta el cuello y usa el peso de la cabeza para la tracción natural. Una pequeña almohada entre o debajo de las rodillas proporciona soporte que reduce la tensión en la espalda y mantiene la pelvis y lumbar en la alineación adecuada. Al descansar en una silla o sillón reclinable, almohadas detrás de la espalda baja o alta y debajo de las rodillas personalizan la dinámica de los muebles para apoyar mejor el cuerpo.
3. Ejercicio: Muchas personas interrumpen el ejercicio mientras padecen de dolor de espalda, pero el ejercicio moderado - en particular de estiramiento y movimientos ligeros de fortalecimiento - estimula el flujo sanguíneo al tejido muscular y acelera la curación. La rutina de ejercicios controlada mantiene los músculos fuertes, la columna vertebral en la alineación adecuada y mejora la función muscular y articular.
4. Masaje de Frío/calor: Aplique compresas de agua fría durante 10 minutos, espere 15 minutos y seguir con el calor durante 10 minutos para reducir la inflamación y el dolor de espalda lesionada o inflamada. Las compresas frías reducen la hinchazón y la inflamación mientras que el calor alivia el dolor. Este proceso se puede repetir cada hora, según sea necesario y es extremadamente eficaz cuando se combina con medicamentos anti-inflamatorios tales como ibuprofeno o acetaminofén. El masaje estimula el flujo de sangre en el tejido inflamado y es una manera conveniente de introducir anti-inflamatorios tópicos tales como bálsamos, cremas y aceites.
5. Osteópata o quiropráctico: Si el dolor crónico persiste durante más de 10 días o si empeora, busque la ayuda de un profesional. Los quiroprácticos están escolarizados en la mecánica del esqueleto y ofrecen una serie de opciones de ajuste y el tratamiento para aliviar la presión conjunta y mejorar la movilidad. Los osteópatas son médicos capacitados en la mecánica del esqueleto, músculos y la función neural. Están autorizados para realizar cirugías, aunque el enfoque del osteópata es típicamente manipulación suave de los nervios, los músculos y las articulaciones para restaurar la movilidad y función del cuerpo.
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