sábado, 19 de septiembre de 2015

TRATAMIENTOS A BASE DE ARCILLA- BENEFICIOS

Fango, Arcilla y Lodos: la Tierra y sus Minerales 

Sus aplicaciones en el campo de la estética, así como en el de la salud, son innumerables, no sólo por combatir problemas específicos de la piel, sino por su esencia 100% natural”
Desde épocas muy remotas se han utilizado los lodos, arcillas y fangos con fines estéticos y medicinales. Esta mezcla de agua y tierra es rica en minerales y oligoelementos que actúan como catalizadores metabólicos logrando que la piel se equilibre, regenere y revitalice. Debido a su alto contenido de silicatos de aluminio, cicatriza rápidamente las heridas, eccemas y otros traumatismos cutáneos no dejando cicatriz y huellas. Los tratamientos realizados con este tipo de productos están indicados para todo tipo de personas. Pero, ¿Cuáles son los ideales y por qué para el Spa? ¿Este tipo de tratamientos se deben incluir en la oferta de servicios? ¿Está capacitado el personal para proporcionar tratamientos usando este tipo de activos?
Los fangos y arcillas se emplean con fines estéticos y medicinales desde épocas muy remotas, ya sea para eliminar imperfecciones en la piel o para relajamiento corporal, debido a su gran capacidad de retención de agua, retención de calor, retención de gases, y la absorción de toxinas y secreciones, junto con las acciones biológico-enzimáticas.
Desde los principios de la humanidad y en los tiempos bíblicos del Rey Salomón y la Reina de Saba y Cleopatra, se conoce la utilidad terapéutica de la arcilla y el fango. Todos los pueblos a lo largo de la historia han empleado las propiedades de la arcilla, la tierra y el barro, como remedio natural para numerosas dolencias. En el antiguo Egiptolos médicos utilizaban la arcilla de los fangos calientes del Nilo para curar diferentes dolencias y deformaciones reumáticas. Los embalsamadores utilizaban la arcilla para la momificación de los muertos, ya que conocían los principios purificadores de la misma. También los médicos griegos y árabes conocían sus virtudes y la utilizaban. Los griegos la utilizaban para el tratamiento de las fracturas.
En el siglo XIX fue redescubierta la fuerza curativa de la tierra o arcilla o mojada mediante observaciones de animales en la naturaleza y desde entonces hasta nuestros días, pese a las diferencias de método o teorías, el elemento fundamental de la fangoterapia, la concepción terapéutica de la arcilla, no ha dejado de acompañar al hombre y se ha impuesto en la medicina actual. Es por ello que países  tales como Alremania, Canadá, Estados Unidos, Suiza, Noruega, Australia, Suecia, México, Perú, Argentina -se dice que dadas las riquezas geológicas de la Argentina su arcilla posee características que la convierte en un recurso terapéutico notable, porque supera altamente a las de Europa-, y Costa Rica, entre otros, han desarrollado verdaderos centros de salud dotados con todos los adelantos modernos en los cuales se aplican tratamientos con barro a nivel curativo, como terapia principal.
Qué son las arcillas y los fangos
Arcilla es el término que designa un mineral o una rocacompuesta esencialmente por minerales. Los minerales arcillosos, son filisilicatos hidratados que se presentan en cristales muy pequeños (algunos en láminas hexagonales o a veces en fibras). El tamaño de su grano debe ser menor a 2 mm., para que se le considere dentro del término arcilla.
Es decir, es una tierra grasosa en su estado húmedo y en la cual nada puede crecer ni germinar. Su coloración varía, puede ser verde, roja, marrón, amarilla, gris, blanca o negra. La diferencia de color revela una diferencia en la composición y por ende, tendrá distintos usos, propiedades y fines.
Existen diversos tipos de arcilla, con diferentes cualidades. La calidad de la misma está determinada por la composición química y la presencia de cuerpos extraños. Cuanto más virgen y puro sea el lugar de extracción mayor será su acción. Es muy común asociar esta arcilla con la empleada en alfarería, que contiene antiplásticos, y por tanto no está habilitada para su uso terapéutico.
Por su parte, el lodo o fango que se forma por la mezcla de agua y tierra, es rico en minerales, se emplea con fines estéticos y medicinales, ya sea para eliminar imperfecciones en la piel o para relajamiento corporal. Su uso recibe el nombre de fangoterapia y cuenta con muchos adeptos debido a los resultados que ofrece.
La siguiente tabla, muestra la composición y acciones terapéuticas y cosméticas que tienen el fango como la arcilla:

        ELEMENTO
PROPIEDADES
SelenioTonifica y reafirma la piel
ManganesoReactiva la circulación en todos los tejidos
CromoFavorece la oxigenación de la piel
ZincPropiedades antioxidantes contra el fotoenvejecimiento de la piel
SilicioIndispensable para la formación de la proteína colágena que da firmeza a la piel
MagnesioSuaviza las líneas de expresión causadas por estrés
CalcioContrarresta los efectos del envejecimiento sobre la piel
AzufreOxigena las células y regula  la  secreción sebácea
La piel y el producto mineral
La piel es la barrera natural con que contamos para hacer frente a las adversidades del exterior, por lo que, en gran medida, su buen estado es responsable del bienestar general de todo el organismo. Las agresiones que sufre diariamente son de diversa índole, pero a grandes rasgos podemos clasificarlas en:
Ambientales: Es el caso de radiación ultravioleta proveniente del Sol, contaminación ambiental y clima.
Orgánicas:  Entre éstas se cuentan el estrés, cambios hormonales y enfermedades.
Cosmetológicas: Sobresalen el uso de productos de belleza que irritan la piel o que son empleados en forma errónea (dormir sin retirar el maquillaje del rostro es buen ejemplo).
Es precisamente en este punto, en donde el Spa, a través de sus tratamientos faciales y corporales desarrolla mediante el uso adecuado de productos que contengan barro, lodo, arcilla o fango, todo su potencial en beneficio de la salud y la belleza, dando un aporte importante de minerales fáciles de asimilar a la piel del cuerpo o rostro, tales como hierro, calcio, potasio, silicio, magnesio, plata o cobre, etcétera.
No obstante, como ya se mencionó líneas arriba, el barro o fango que se emplee deber ser obtenido de fuentes termales, cuyo origen se relaciona directamente con zonas de moderada o antigua actividad volcánica, porque poseen las más altas concentraciones de minerales debido a que se forman cuando las sales y algunos elementos radioactivos son arrastrados de las entrañas de la Tierra hacia la superficie por el flujo de agua caliente. La arcilla ahí contenida acumula paulatinamente estos elementos junto con sustancias de origen vegetal, como vitaminas y clorofila, creando complejas combinaciones de gran valor para la piel.
Por su parte, el fango marino se forma cuando las sales arrastradas por las aguas se asientan en regiones donde el oleaje es poco violento, pero sobre todo donde hay pronunciada acción de las mareas, que al subir o bajar favorecen que el lecho acumule minerales. Este lodo también llega a poseer ricos elementos, gracias a la acción de algas microscópicas con cualidades limpiadoras y nutritivas (aportan proteínas y grasas).
Entre las principales propiedades cosméticas y terapéuticas sobresalen:
1.     Útiles en el tratamiento de piel grasa y acneica, sin resecar la piel
2.     Favorecen la regeneración de la epidermis
3.     Antiedad
4.     Desinflaman y calman
5.     Aumentan la circulación sanguínea
6.     Eliminan las impurezas y suavizan zonas rugosas (rodillas, codos y pies)
7.     Oxigenan y liberan la piel de toxinas
8.     Desintoxican y eliminan células muertas
9.     Humectan la piel
10.  Incrementan la temperatura corporal     
11.  Aceleran el proceso de cicatrización
12.  Favorecen la reproducción celular
13.  Previenen la aparición de estrías
14.  Reducen la flaccidez y actúan contra la celulitis
15.  Fortalecen la red de soporte de fibras colágenas, elásticas y reticulares de la matriz extracelular (MEC)
Para utilizar el fango con fines terapéuticos se le agregan activadores, que son soluciones líquidas que potencian los efectos naturales de éste. Entre los activadores más utilizados encontramos:
  • El activador humectante y tonificante: Es el que contiene aceite de rosas, propilenglicol, glicerina y extracto de hamamelis que tonifica, suaviza y humecta la piel.
  • El activador aclarante de máculas: Una solución que posee peróxido de hidrógeno, ácido glicólico y aceite de rosas, su acción es la de reducir los signos de envejecimiento. Además de ser aclarante ya que elimina las manchas causadas por el exceso de sol y la vejez. También es un exfoliante natural que actúa arrastrando las células muertas.
  • El activador antiseborreico y depurativo: Compuesto por extracto de malva, alcanfor, ácido bórico y aceite de rosas. Purifica, desintoxica y limpia la piel de impurezas.
Por otra parte, los componentes mineralizantes que posee el fango ayudan a liberar al cuerpo de:
  • Contracturas musculares
  • Tensiones generales
  • Agotamiento nervioso
  • Alteraciones causadas por estrés
  • Dolores de las articulaciones y músculos
  • Revitalizan el sistema circulatorio
Uso Spa
En general los tratamientos con fangos, arcillas o lodos en un centro médico pueden ser realizados en forma de mascarillas o aplicaciones faciales, en forma oclusiva o suboclusiva, dependiendo de la habilidad del terapeuta y de la afección a tratar. Por ejemplo, las aplicaciones de mascarillas, en general, se recomiendan dos veces por semana o dependiendo de la afección tratada, en el caso de los fangos que son utilizados en forma oclusiva, para las patologías crónicas reumáticas, se los puede emplear una vez por día y en general con temperaturas que oscilan entre 35 y 38 ºC, logrando así una vasodilatación local que favorece la absorción mineral.
Por lo que respecta al Spa, aunque el fango puede aplicarse en el rostro u otras regiones del cuerpo a través de distintos métodos y a diferentes temperaturas, lo más usual es que la persona ingrese a un gabinete acondicionado cuya temperatura será inferior a 37 ºC. En el se recostará sobre una camilla, donde un especialista procederá a la aplicación del barro mediante masajes que estimulen la circulación sanguínea y favorezcan la penetración de los principios activos. Una vez terminado el proceso se deja que la persona descanse durante 20 minutos o más, lo que además permitirá que obtenga agradable efecto de relajación en todos los músculos y articulaciones. Finalmente, el barro se retira mediante esponja o ducha, ya que debe estar absolutamente seco. Este procedimiento dura 1 o 2 horas y puede efectuarse de manera ocasional, digamos que una vez al mes; pero, en casos severos se recomienda aplicar lodo curativo por lo menos una vez a la semana.
Además de las típicas mascarillas faciales, se emplean para:
Baños de arcilla: Es un baño de inmersión en arcilla o agua arcillosa que aporta o extrae el calor del cuerpo según la temperatura. Al aplicarse sobre la piel favorece la absorción de secreciones y toxinas, antisepsia y efectos vasculares.
Envolturas, cataplasmas y compresas: Consiste en la aplicación de una arcilla sobre la piel con o sin soporte. La finalidad es que absorba líquidos excedentes y toxinas en alteraciones de la piel, eccemas, forúnculos, acné, etcétera, así como también para curar esguinces y contusiones.
Hay que subrayar que este tipo de procedimiento debe ser realizado por un esteticista o cosmiatra profesional especializado en fangoterapia, ya que cada arcilla posee cualidades particulares y útiles en la atención de determinado problema. Por ejemplo, hay mascarillas de gran poder limpiador que son adecuadas para el tratamiento de acné, pero si se aplican en un rostro que sufre resequedad pueden generar irritación y resultados contraproducentes.
Y, por cierto, los tipos de arcilla que se deben usar en un Spa son:
Arcilla blanca: También conocida con el nombre de caolín, tiene un alto poder desintoxicante, antibacteriano y cicatrizante además de ayudar a regular el PH intestinal. La arcilla blanca es una aliada perfecta para eliminar impurezas de la piel y ayudarla en su regeneración celular, se recomienda su uso para pieles secas, pues  aporta luminosidad y deja la piel lisa y suave, también ayuda a aclararla.
Arcilla roja: Debe su color rojizo a un mayor contenido de hierro y aluminio, lo que le otorga propiedades astringentes, antiinflamatorias y descongestivas. El uso de la arcilla roja está más recomendado para pieles sensibles y delicadas con problemas de dermatitis. Actualmente es conocida como la arcilla más curativa, pues provee a la piel de una excelente regeneración celular; cabe destacar que esta es altamente recomendada para personas con problemas como la celulitis y heridas abiertas.
Arcilla amarilla: Es rica en hierro y potasio. Se usa para problemas óseos, en caso de fatiga intensa, combinando con la arcilla verde. Es desintoxicante, pues el hierro y el potasio ayudan a la oxigenación de la piel, eliminando toxinas y grasas; además, remineraliza y activa la reparación de los tejidos, músculos y ligamentos y limpia los órganos internos.
Arcilla verde: Debe su color a los óxidos de hierro ferroso y de magnesio. Es muy rica en oligoelementos. Tiene una gran capacidad de absorción, regulando el exceso de grasa y es altamente purificante, por lo que está particularmente indicada para pieles grasas y mixtas. También se la puede utilizar para tratar lesiones, dolencias e inflamaciones.
A diferencia de las otras terapias naturales, que tienden a ser más o menos caras por el tipo de producto que llevan, la sesión de fangoterapia se caracteriza por ser menos costosa, por ello resulta un básico en cualquier menú de servicios que ofrezca el Spa, a ello hay que sumarle que no posee grandes contraindicaciones, salvo que no se debe utilizar en heridas abiertas, ni fangos muy calientes en procesos agudos.

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